Taller que recoge lecciones escritas por Jesulink, autor de Raruto y 5 Elementos, en colaboración con otros dibujantes de la comunidad Jesulink.com.
Diseñar un personaje no es tarea fácil. A veces buscamos la originalidad pero acabamos, sin querer, copiando un personaje que nos gusta. Pero el protagonista no lo es todo; todo el cómic resaltará dependiendo de lo trabajado que esté el abanico de personajes, así que aquí te ponemos algunos consejos útiles que puedes seguir a la hora de diseñarlos gráficamente:
Los personajes tienen que ser distintos unos de otros. El lector tiene que poder diferenciarlos bien a simple vista. Si crees que todas tus chicas se parecen, por ejemplo, utiliza elementos que las diferencien como un peinado completamente distinto o un tipo de ropa que llame la atención.
No utilices elementos diferenciadores mínimos como "tienen los ojos de distinto color" o "son iguales pero tienen logotipos distintos en su camiseta". Pregunta a varias personas que lean tu Manga y averigua si han confundido a varios personajes.
Piensa en cómo será el personaje como persona individual y cómo será como elemento dentro de un grupo.
Por ejemplo, un héroe Shonen como Goku es un personaje chistoso y torpe cuando está con sus amigos, pero cuando está con un villano, se convierte en alguien serio y astuto; es más, cuando está con su hijo se convierte en un padre pedagogo y protector y cuando está con su mujer, se convierte en alguien débil y con miedo de que le hagan daño.
No sólo tiene su propia personalidad, si no que además está trabajada su personalidad cuando interactúa con distintos personajes.
Recuerda que cada uno de los personajes importantes en tu Manga deben de tener un objetivo. La historia contará su viaje a través de la búsqueda de esa meta: Naruto quiere ser Hokage, Luffy quiere encontrar el One Piece, Yagami Light quiere ser el Dios del nuevo mundo, Kaji quiere descubrir la verdad sobre los 5 elementos, etc.
Además, en muchos de estos Manga no sólo los héroes sino sus compañeros también tienen objetivos propios. Hacer personajes distintos con objetivos distintos hará que los lectores se identifiquen fácilmente con alguno de estos personajes.
Estos objetivos no tienen por qué mencionarse explícitamente (como sí sucede, por ejemplo, en One Piece o Naruto), sino que puedes dejarlos escondidos en las palabras y acciones de tus personajes para que sean los lectores los que descubran los objetivos de los protagonistas de tu historia.
Dale un toque de personalidad. Para que el personaje sea único, siempre es útil darle un elemento diferenciador en su personalidad (no sólo en su aspecto), como por ejemplo, una frase típica o unos gustos. Todo el mundo sabe que Naruto siempre dice “Dattebayo” (“Vaya que sí” en castellano) y que le encanta el Ramen, o que Homer Simpson dice “D’oh!” cuando se da cuenta de que ha cometido un error. Todos estos elementos caracterizan mucho a los personajes, y tal vez quieras pensar en eso al crear a tu protagonista. Es algo difícil de conseguir, pero siempre está bien tener en cuenta e intentarlo.
Hay una teoría que dice que en una historia tiene que haber personajes feos y personajes guapos. Esto no parece ser muy cierto en la mayoría de los Manga, pues en los Shojo y en los Ecchi prácticamente todas las chicas son bellas, por ejemplo. Simplemente es un dato que puedes tener en cuenta.
Piensa que si hay personajes "feos", los guapos serán más guapos. Ya sabes, cuando hay sitio para la comparación es cuando encontramos la verdadera belleza. Esto es algo que aprendí en una de las explicaciones del dibujante Scott McCloud.
Intenta que el personaje tenga una altura fija y diseña su altura comparada con la del resto de personajes. En un cómic de risa puede tener menos importancia, pero aún así estaría bien no cometer ninguna incongruencia exagerada.
El color es muy importante. Aunque dibujes un Manga en blanco y negro, ten siempre en cuenta el color de tu personaje, imagínatelo coloreado. Esto te dará muchas pistas sobre el entretamado y el entintado que tienes que darle, y te ayudará en el diseño de los demás personajes.
El diseño del personaje puede ir acorde o no con su personalidad. Por ejemplo, si es un personaje poco inteligente, bruto y muy fuerte, lo que espera ver el lector es un hombre alto, grande y musculoso o muy gordo. Seguir los estereotipos ayuda mucho a seguir la lectura, pero de vez en cuando, si quieres sorprender, puedes intentar justo lo contrario: por ejemplo, hacer que el personaje tonto y fuerte de antes sea un niño bajito con pinta de tímido. Puedes jugar mucho con esto.
No inventes personajes por gusto, piensa si realmente tienen peso en la historia o no. Meter personajes de relleno no suele ser una buena idea, y se nota mucho. Ya sabes, si no va a cumplir un papel necesario en la historia, no lo pongas.